5.1.09

2009

Yo estuve profundamente enamorada. Absoluta, definitiva y absurdamente enamorada.
Como suele suceder en la vida real, no funcionó. La luna se cubrió de nubes, el cielo dejó de ser mío... mi cielo se escurrió entre mis diez dedos flacos, cual novela barata. Mi bello abril se hizo diciembre, un diciembre y otro, y otro más. Y van varias vueltas alrededor del sol sin cielo... y serán más. Serán todas. Todas las que haya.
Y, ya sin dolor, escucho a Buscaglia. Y dice que la mejor manera de amar es amar sin medida; y le creo.
No se muy bien por qué, cual es el sentido de hacerlo, pero le creo.
Será que es un nuevo año. Que estrenamos una nueva vuelta. Que ya no duele. Que siempre sale el sol, esa piedra amarilla, que buena suerte!.
Y que valío la pena. Y todo gracias al sol.

y a Buscaglia