26.8.09

Cosmos

El Universo no tiene fronteras. O no debería. Si cada uno de nosotros es lo que hace... ¿cuál sería el límite?. No debería haber fronteras. Y sin embargo las hay.

Estoy tratando de entender mi propia cosmología. Tengo un par de estrellas fijas, soles míos. Una luna que supo ser morena. Algo así como un cometa, que se va pero siempre vuelve, y vuelve, y vuelve. Y mucho cielo... tanto cielo.

Tanto cielo que no puedo llenar. Tanto vacío.

Todas las cosmologías tendrán tanto vacío?. Ojalá que no...
A un paso de partir hacia la nada
me encontré con tus pasos. Y no olvido.
Tus pasos a lo largo del pasillo
lo largo del pasillo sin tus pasos.

No todo es injusto, lo prometo.
No pienso odiarte. No por siempre.
Rescataré el despertar entre tus manos
rescataré el despertar, ya sin tenerte.

y la poesía a mano alzada, la guitarra,
y el sexo con amor, el sexo urgente,
y las mentiras apenas dibujadas.

y el mañana que no fue, pero soñamos,
y el mañana que si fue gracias a todo,
y este dolor de tripas, enjaulada.

25.8.09

Se levantó en esa mañana continua.
Ubicó en su lugar los anteojos;
prendió un cigarrillo,
que ciertamente no era el primero.

Ni sería el último.
Observó el invariante espejo
y siguió, siguió con todo.
Con ese todo que es el mismo,

ese todo siempre recurrente.

Invoncó suerte de las buenas.
Revivió besos de los dulces.
Recordó cielos con estrellas;
veranos con siestas largas,

con almas al desnudo.
Observó sus manos, esas mismas,
que, amorosas, anunciaban displaceres.
Pero no todo recurre siempre.

debajo de la cama no estaban sus zapatos.