6.10.08

Hay días más claros que otros. Hoy La Plata estuvo radiante.
Casi se podían oler los azahares de la 47, casi.
El cielo, absolutamente límpido. Casi un augurio, casi.
Casi que daba para caminar de su mano por la 47, bajo el cielo tan azul, pensando en tambores y en cuarenta y sietes bajo cielos azules y con perfume a azahares, casi.
Casi que no había otra opción que ir al Parque San Martìn, viola en mano, con algún texto de Marechal por las dudas nos aburríeramos de cantar y disfrutar el cielo y la ciudad -tan nuestros-, casi.
Pero hay días más claros que otros. Hoy La Plata estuvo radiante. Todo lo que hice salió bien. Hice cosas, desenrollé nudos y até cabos, resolví problemas, pensé, desarrollé, propuse, hasta se podría decir que fui creativa. Un buen día, sin dudas. Me va bien: crezco, produzco... me va bien, sin dudas.
Y no hay dudas.
Pero está el cielo, tan límpido; Y la ciudad, radiante; Y la cuarenta y siete que extraño; Y la viola, que ya no tenemos... hay días más claros que otros.
Y cielos, que son de otros.

2 comentarios:

terricola dijo...

Ah, sí... Octubre, otra vez.

Con azahares y guitarras, para colmo.

No hay manera de mirar el cielo sin mirar todos los cielos.

A veces, no hay bondi que valga.

tambien lorena dijo...

Y... si, octubre otra vez.
Seguimos dando vueltas alrededor del sol, y cada tanto, nos damos cuenta. Por suerte. A mi, evidentemente, me toca darme cuenta en octubre. Pero no me quejo, es mejor que no darse cuenta nunca.
Casi.